top of page

Mensaje del Obispo

 

Por cuantos todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús

Romanos 3: 23-26

 

Hoy quiero hacerte dos preguntas ¿alguna vez alguien te ha fallado al punto de que te duela el corazón y ya no quieras ni verle?, ¿tal vez te ha pedido una oportunidad más o te ha pedido paciencia?

Seguramente sí, y lo más probable es que no le hayas perdonado, pues ya no tienes más paciencia, porque vuelve y te hace daño cada vez que puede. Pues todos hemos pecado y este pecado a ofendido y entristecido a Dios, al punto de causar separación entre ÉL y nosotros; más aún si eras consciente de que le estabas fallando; sabes, Dios no se queda dolido, no, ÉL nos ama tanto que no quiere que estemos separados de ÉL, pero como Dios es Santo no puede acercarse al pecado, esto va en contra de su naturaleza divina, así que decide entregar a su hijo amado, a Jesús.

 

Jesús es quien puede justificar tus pecados, solo si crees en su sangre derramada en la cruz, es decir, si tienes fe en que a causa de su muerte y su sangre derramada, te ha limpiado de todo pecado y que por ello ahora al acercarte a Dios santísimo ya no verá tu pecado o tu naturaleza pecaminosa, sino que en ti, Dios Padre va a ver a su Hijo, quien te justificó, siendo su justicia un manto que te cubre.

Dios es paciente y misericordioso, ha pasado por alto tus pecados y hoy lo único que te dice es: “vete en paz, y no vuelvas a pecar”.

Si quieres hacerlo, déjame guiarte, pronuncia estas palabras: Señor y Dios, creador de mi vida, reconozco que he pecado, que estoy alejado de ti, hoy te pido perdón por mis pecados, a través del sacrificio de Cristo, acepto a tu hijo como mi Señor y mi Salvador; Señor Jesucristo, creo con mi corazón que eres el Señor, que moriste y resucitaste por mi y hoy lo declaro con mi boca, recibo tu salvación y el ser constituido desde este día en adelante como hijo de Dios, transfórmame conforme a tu imagen y semejanza, por tu Espíritu Santo. Amen.

NUESTRA MISIÓN

 

La Iglesia Catolica Anglicana de Pereira - Colombia tiene como misión llevar las buenas nuevas de Jesucristo a todos los  jóvenes, hombres y mujeres hasta el más pequeño y alejado rincón de nuestra ciudad, Ese mensaje de amor, esperanza y salvación que no tiene fin, ni hace acepción de personas.

 

 

 

NUESTRA VISIÓN

 

Continuar siendo una Iglesia activamente evangelizadora, comprometida con la justicia social y el cuidado de la creación, enseñando a la comunidad el modelo de vida de nuestro Señor Jesucristo.

bottom of page